Explorar las probabilidades de desarrollar cáncer: Entender las probabilidades

Explorar las probabilidades de desarrollar cáncer: Entender las probabilidades

Cada año, millones de personas en todo el mundo son diagnosticadas de cáncer. Se trata de una enfermedad compleja que puede deberse a diversos factores, tanto ambientales como genéticos. Sin embargo, no todos los factores de riesgo de cáncer son iguales. Algunos se consideran más peligrosos que otros y pueden aumentar significativamente el riesgo de cáncer aumente sus probabilidades de desarrollar la enfermedad.

Para comprender mejor su riesgo de cáncer, es importante saber qué factores contribuyen a su desarrollo. Identificando estos factores, puede hacer cambios en el estilo de vida para reducir el riesgo y tomar medidas tempranas en caso necesario.

Desde hábitos de vida como el tabaquismo y la dieta hasta mutaciones genéticas y exposición ambiental, este artículo analiza los factores de riesgo de cáncer más importantes y lo que significan para su salud en general.

Por qué es importante conocer los factores de riesgo del cáncer

El cáncer es una enfermedad compleja que puede estar causada por diversos factores. Algunos de estos factores, como la edad y los antecedentes familiares, no pueden controlarse. Sin embargo, Existen varios los factores de riesgo pueden modificarse, y conocerlos es clave para reducir el riesgo de desarrollar cáncer.

Uno de los factores de riesgo más importantes del cáncer es el consumo de tabaco. Fumar es la principal causa de cáncer de pulmón y también es responsable de una parte significativa de otros tipos de cáncer, como el de garganta y vejiga. Además, la exposición al humo de tabaco ajeno también puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer 1xBet.

La dieta y la actividad física también son importantes factores de riesgo del cáncer. Seguir una dieta rica en frutas y verduras y baja en carne procesada o roja puede ayudar a reducir el riesgo de cáncer. El ejercicio regular también puede ayudar a reducir el riesgo. La obesidad es un factor de riesgo de varios tipos de cáncer, por lo que es fundamental mantener un peso saludable.

Otros factores de riesgo de cáncer son la exposición a determinadas sustancias químicas y a la radiación, así como a agentes infecciosos como virus y bacterias. La exposición profesional a determinadas sustancias también puede aumentar el riesgo de cáncer.

Conocer los factores de riesgo personales y tomar medidas para reducirlos puede ayudar a disminuir el riesgo de desarrollar cáncer. También es importante someterse periódicamente a pruebas de detección del cáncer, ya que la detección precoz puede reducir significativamente el riesgo de padecerlo mejore sus posibilidades de éxito del tratamiento.

La genética del cáncer

Introducción

El cáncer es una enfermedad compleja causada por una combinación de factores genéticos y ambientales. Muchos casos de cáncer están relacionados con mutaciones genéticas heredadas que afectan a la regulación normal del crecimiento y la división celular. Estas mutaciones pueden transmitirse de generación en generación y aumentar el riesgo de desarrollar determinados tipos de cáncer.

Tipos de mutaciones genéticas heredadas

Existen dos tipos principales de mutaciones genéticas hereditarias que pueden aumentar el riesgo de desarrollar cáncer: las mutaciones de la línea germinal y las mutaciones somáticas. Las mutaciones de la línea germinal son cambios genéticos que están presentes en todas las células del cuerpo, incluidos los óvulos y los espermatozoides, y pueden transmitirse de padres a hijos. En cambio, las mutaciones somáticas son cambios genéticos que se producen en una sola célula o en un pequeño grupo de células y no se transmiten a la descendencia.

Genes asociados al cáncer

Hay muchos genes que desempeñan un papel en el desarrollo del cáncer. Algunos de estos genes son genes supresores de tumores, que normalmente impiden el crecimiento y la propagación de las células cancerosas. Cuando estos genes mutan, dejan de ser capaces de regular el crecimiento y la división celular y pueden provocar el desarrollo de un cáncer. Otros genes son oncogenes, que normalmente participan en el crecimiento y la división celular. Cuando estos genes mutan, se vuelven hiperactivos y también pueden contribuir al desarrollo del cáncer.

Pruebas genéticas del cáncer

Las pruebas genéticas pueden utilizarse para identificar mutaciones en genes asociados al cáncer y evaluar el riesgo de que una persona desarrolle esta enfermedad. Esto es especialmente importante para las personas con antecedentes familiares de cáncer o que ya han sido diagnosticadas de cáncer. Las pruebas genéticas también pueden orientar las decisiones terapéuticas y ayudar a identificar a las personas que pueden beneficiarse de terapias específicas.

Conclusión

La genética del cáncer es compleja e implica una combinación de mutaciones genéticas heredadas y adquiridas. Identificar estas mutaciones y entender cómo contribuyen al desarrollo del cáncer es fundamental para desarrollar terapias dirigidas y mejorar las estrategias de prevención y tratamiento del cáncer.

Factores del estilo de vida y cáncer

El cáncer es una enfermedad compleja en la que pueden influir muchos factores, entre ellos el estilo de vida. En la sociedad moderna se ha producido un aumento significativo de los casos de cáncer, lo que ha llevado a investigar sus causas profundas. Los estudios han revelado que los factores del estilo de vida contribuyen al desarrollo del cáncer.

Algunos de los factores del estilo de vida que aumentan el riesgo de cáncer son el tabaquismo, el consumo de alcohol, la falta de ejercicio, la mala alimentación y la exposición a toxinas ambientales. El tabaquismo, en particular, se ha relacionado con varios tipos de cáncer, como el de pulmón, vejiga y páncreas. Del mismo modo, el consumo excesivo de alcohol se ha relacionado con el cáncer de mama, de colon y de hígado.

Por otro lado, llevar un estilo de vida saludable puede reducir el riesgo de cáncer. Una dieta rica en frutas, verduras y cereales integrales, junto con la práctica regular de ejercicio físico, puede ayudar al organismo a mantener un peso saludable y reducir el riesgo de cáncer. Evitar las toxinas ambientales, como los pesticidas y la contaminación, también puede ayudar a reducir el riesgo de cáncer.

Es importante tener en cuenta que los factores relacionados con el estilo de vida no son los únicos que contribuyen al desarrollo del cáncer. La genética, la edad y los antecedentes familiares también influyen. Sin embargo, si introducimos cambios positivos en nuestro estilo de vida, podemos reducir el riesgo de cáncer y llevar una vida más sana.

Factores ambientales y cáncer

El cáncer es una enfermedad compleja, y muchos factores pueden contribuir a su desarrollo, incluidos los factores ambientales. Estos factores pueden incluir la exposición a sustancias químicas tóxicas y a la radiación, la contaminación, una dieta inadecuada y factores relacionados con el estilo de vida, como el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol.

La exposición a determinadas sustancias químicas y toxinas en el medio ambiente se ha relacionado con un mayor riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer. Por ejemplo, la exposición al amianto es un factor de riesgo conocido de mesotelioma, un tipo de cáncer poco frecuente que afecta al revestimiento de los pulmones y otros órganos. La exposición al radón, un gas radiactivo natural que puede acumularse en viviendas y otros edificios, puede aumentar el riesgo de cáncer de pulmón.

La mala alimentación y los factores relacionados con el estilo de vida también pueden contribuir al desarrollo del cáncer. Una dieta rica en carnes rojas y procesadas, por ejemplo, se ha relacionado con un mayor riesgo de cáncer colorrectal. El tabaquismo, por otro lado, es un factor de riesgo bien conocido de cáncer de pulmón y muchos otros tipos de cáncer.

  • Exposición a sustancias químicas tóxicas
  • La exposición a la radiación
  • Contaminación
  • Mala alimentación
  • Factores relacionados con el estilo de vida, como el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol

Reducir la exposición a los factores de riesgo medioambientales puede ayudar a disminuir el riesgo de desarrollar cáncer. Esto puede incluir seguir una dieta sana, evitar la exposición a sustancias químicas tóxicas y a la radiación, dejar de fumar y tomar otras decisiones saludables en el estilo de vida.

Edad y riesgo de cáncer

El cáncer es una enfermedad compleja y polifacética, pero la edad es uno de los factores de riesgo más importantes. En pocas palabras, a mayor edad, mayor riesgo de desarrollar cáncer. Esto se debe probablemente a la acumulación de mutaciones genéticas y daños ambientales a lo largo del tiempo.

Aunque el cáncer puede aparecer a cualquier edad, la mayoría de los casos se diagnostican en personas mayores de 50 años. De hecho, más del 60% de los nuevos casos de cáncer en Estados Unidos se diagnostican en personas mayores de 65 años.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que la edad no es el único factor que afecta a riesgo de cáncer. Los factores relacionados con el estilo de vida, como el tabaquismo, la mala alimentación y la falta de ejercicio, también pueden aumentar la probabilidad de desarrollar cáncer. Además, algunas personas pueden tener una predisposición genética a padecer determinados tipos de cáncer, independientemente de la edad.

El cribado y la detección precoz son fundamentales para reducir el impacto del cáncer, especialmente en los adultos mayores. Las revisiones médicas periódicas y las pruebas de detección del cáncer pueden ayudar a detectarlo en sus primeras fases, cuando el tratamiento suele ser más eficaz. Hable con su médico sobre sus factores de riesgo individuales y sobre cómo cuidar su salud a cualquier edad.

El papel del sexo en el riesgo de cáncer

El cáncer es una enfermedad compleja en cuyo desarrollo pueden intervenir diversos factores de riesgo. Uno de estos factores de riesgo es el sexo. Los estudios han demostrado que hombres y mujeres pueden ser más propensos a padecer distintos tipos de cáncer.

Por ejemplo, los hombres son más propensos a desarrollar tipos de cáncer relacionados con sus órganos reproductores, como el cáncer testicular o el de próstata. Por otro lado, las mujeres son más propensas a desarrollar cáncer de mama o de ovario, directamente relacionados con sus órganos reproductores.

Aún no se comprenden del todo las razones que subyacen a estas disparidades de género en el riesgo de cáncer. Algunos científicos sugieren que puede estar relacionado con diferencias hormonales entre hombres y mujeres. Por ejemplo, las mujeres tienen niveles más altos de estrógeno, una hormona que puede favorecer el crecimiento de ciertos tipos de cáncer.

Sin embargo, el sexo es sólo uno de los factores que pueden influir en el riesgo de cáncer. Otros factores, como la edad, los hábitos de vida, las condiciones ambientales y la predisposición genética, también pueden influir. Por lo tanto, es importante que las personas conozcan sus factores de riesgo generales y tomen medidas preventivas para reducir el riesgo de desarrollar cáncer.

Raza y etnia en el riesgo de cáncer

El riesgo de cáncer puede variar en función de la raza y el origen étnico de una persona. Algunos grupos tienen mayor riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer que otros.

Por ejemplo, los afroamericanos tienen tasas de cáncer colorrectal más altas que cualquier otro grupo racial o étnico de Estados Unidos. También tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de próstata que los hombres blancos.

Las mujeres de ascendencia judía asquenazí tienen más probabilidades de ser portadoras de las mutaciones genéticas BRCA1 y BRCA2, que aumentan el riesgo de cáncer de mama y ovario. Las mujeres hispanas tienen mayor riesgo de desarrollar cáncer de cuello de útero que otros grupos.

Estas diferencias en el riesgo de cáncer pueden deberse a diversos factores, como la genética, los hábitos de vida y el acceso a la asistencia sanitaria. Comprender estas diferencias puede ayudar a los profesionales sanitarios a adaptar las pruebas de detección y los esfuerzos de prevención para satisfacer mejor las necesidades de comunidades específicas.

  • Genéticos: Ciertas mutaciones genéticas pueden ser más frecuentes en determinados grupos raciales o étnicos, lo que puede aumentar el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer.
  • Hábitos de vida: Las diferencias en la dieta, los hábitos de ejercicio y el consumo de tabaco y alcohol también pueden contribuir a las diferencias en el riesgo de cáncer entre distintos grupos.
  • Acceso a la atención sanitaria: La falta de acceso a la atención sanitaria y a pruebas preventivas también puede contribuir a las diferencias en el riesgo de cáncer y los resultados entre grupos.

Es importante señalar que estas diferencias en el riesgo de cáncer son sólo una pieza del rompecabezas. El riesgo individual de cada persona de desarrollar cáncer está influido por una combinación de factores, como la genética, los hábitos de vida y las exposiciones ambientales.

Afecciones médicas y riesgo de cáncer

Las enfermedades pueden influir en el riesgo de cáncer. Algunas enfermedades aumentan el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer, mientras que otras pueden tener un efecto preventivo.

Afecciones que aumentan el riesgo de cáncer

  • Obesidad: La obesidad aumenta el riesgo de padecer varios tipos de cáncer, como el de mama, colon y páncreas.
  • Inflamación crónica: Las enfermedades que causan inflamación crónica, como la colitis ulcerosa o la hepatitis, aumentan el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer, como el de colon o el de hígado.
  • Hipertensión arterial: La hipertensión se ha relacionado con un mayor riesgo de desarrollar cáncer de riñón y de hígado.
  • Diabetes: Los diabéticos tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de páncreas.
  • VIH/SIDA: El VIH/SIDA aumenta el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer, como el sarcoma de Kaposi, el linfoma y el cáncer de cuello uterino.

Condiciones que disminuyen el riesgo de cáncer

  • Embarazo y lactancia: Las mujeres que han dado a luz y han amamantado tienen un menor riesgo de desarrollar cáncer de mama.
  • Ejercicio regular: El ejercicio regular puede reducir el riesgo de desarrollar varios tipos de cáncer, como el de mama, colon y próstata.
  • Dieta sana: Seguir una dieta sana con bajo contenido en alimentos procesados y alto contenido en frutas, verduras y cereales integrales puede reducir el riesgo de cáncer.
  • Bajo consumo de alcohol: Limitar el consumo de alcohol puede disminuir el riesgo de desarrollar varios tipos de cáncer, como el de mama, hígado y colon.

Es importante tener en cuenta que padecer una afección médica que aumente el riesgo de cáncer no significa necesariamente que una persona vaya a desarrollar cáncer. No obstante, las personas con estas afecciones deben consultar a su médico sobre el riesgo que corren y tomar medidas proactivas para mantener su salud.

Ocupación y riesgo de cáncer

El tipo de trabajo de una persona puede influir en su riesgo de cáncer. Ciertas ocupaciones exponen a los trabajadores a agentes cancerígenos que aumentan su probabilidad de desarrollar cáncer. Los carcinógenos son sustancias capaces de provocar cáncer en tejidos vivos.

Algunos ejemplos de trabajos con mayor riesgo de cáncer son:

  • Trabajadores de la construcción expuestos al amianto y a otras sustancias químicas nocivas
  • Trabajadores de fábricas de cigarrillos expuestos al tabaco y a sus compuestos cancerígenos
  • Trabajadores de la industria gráfica que están expuestos a tintas y disolventes que contienen carcinógenos
  • Peluqueros y barberos expuestos a tintes para el cabello y otras sustancias químicas

Es importante tener en cuenta que no todas las personas que trabajan en estas ocupaciones desarrollarán cáncer. El riesgo es mayor para quienes están expuestos a carcinógenos durante largos periodos de tiempo o en altas concentraciones. Additionally, some people may be more genetically susceptible to developing cancer due to their family history or other factors.

OcupaciónRiesgo de cáncer
Trabajador de la construcciónMayor riesgo de cáncer de pulmón, mesotelioma y otros tipos de cáncer debido a la exposición al amianto y otras sustancias químicas nocivas
Trabajador de una fábrica de cigarrillosMayor riesgo de cáncer de pulmón y otros tipos de cáncer debido a la exposición al tabaco y sus compuestos cancerígenos
Trabajador de la industria gráficaMayor riesgo de cáncer de pulmón, vejiga y otros tipos de cáncer debido a la exposición a tintas y disolventes que contienen agentes cancerígenos
Peluquero o barberoMayor riesgo de cáncer de vejiga y otros tipos de cáncer debido a la exposición a tintes para el cabello y otras sustancias químicas

Los riesgos de cáncer profesional pueden reducirse con medidas y normas de seguridad en el lugar de trabajo. Los empresarios tienen la responsabilidad de proporcionar a los trabajadores equipos de protección y una formación adecuada, así como de aplicar prácticas que reduzcan al mínimo la exposición a agentes cancerígenos. Workers also have a responsibility to follow safety guidelines and report any unsafe conditions or practices to their employer.

Riesgo de cáncer como consecuencia del tratamiento

El tratamiento del cáncer es un paso fundamental en la lucha contra la enfermedad, pero también puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer en el futuro. El riesgo de desarrollar un nuevo tipo de cáncer depende de varios factores, como el tipo de tratamiento recibido, la duración del mismo y la composición genética del individuo.

La quimioterapia, la radioterapia y la terapia hormonal son algunos de los tratamientos comunes contra el cáncer que pueden aumentar el riesgo de desarrollar cánceres secundarios. La radioterapia puede dañar el ADN de las células sanas, haciéndolas más susceptibles a las mutaciones que pueden provocar cáncer. Los fármacos de quimioterapia pueden dañar el ADN de las células y aumentar las probabilidades de desarrollar nuevos cánceres. La terapia hormonal, utilizada a menudo en el tratamiento del cáncer de mama y de próstata, puede afectar a los niveles hormonales y aumentar el riesgo de desarrollar otro tipo de cáncer.

El riesgo de desarrollar un cáncer como consecuencia de un tratamiento oncológico es mayor en las personas que han recibido varios tratamientos o que se han sometido a ellos a una edad más temprana. Sin embargo, para muchas personas, los beneficios del tratamiento contra el cáncer superan los riesgos potenciales de desarrollar un nuevo cáncer. Es importante comentar los posibles riesgos y beneficios de las opciones de tratamiento con el equipo médico.

Las citas periódicas de seguimiento y las pruebas de detección del cáncer después del tratamiento pueden ayudar a detectar cualquier nuevo cáncer en una fase temprana, cuando puede ser más tratable. Las personas que han recibido tratamiento contra el cáncer también deben adoptar un estilo de vida saludable, que incluya ejercicio regular y una dieta equilibrada, para reducir el riesgo de desarrollar nuevos cánceres.

Prevenir el cáncer con cambios en el estilo de vida

La prevención del cáncer es un aspecto crucial de la asistencia sanitaria en los tiempos modernos. Con el alarmante aumento de los casos de cáncer, los expertos médicos han hecho hincapié en la importancia de cambiar el estilo de vida para prevenirlo. Según las investigaciones, cerca del 40% de los casos de cáncer pueden prevenirse tomando decisiones saludables en la vida diaria.

  • Seguir una dieta sana: Se sabe que consumir una dieta equilibrada rica en frutas, verduras y cereales integrales reduce el riesgo de cáncer. Los alimentos que contienen antioxidantes y fitoquímicos pueden ayudar a reducir la inflamación y prevenir mutaciones en las células.
  • Ejercicio regular: Mantener un peso saludable y mantenerse físicamente activo puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar cáncer. El ejercicio refuerza el sistema inmunitario, promueve niveles hormonales saludables y mejora la digestión, todo lo cual ayuda a prevenir el cáncer.
  • Evitar el tabaco: Fumar es la principal causa de cáncer de pulmón, y también aumenta el riesgo de muchos otros tipos de cáncer. Dejar de fumar y evitar el tabaquismo pasivo puede reducir significativamente las probabilidades de desarrollar cáncer.
  • Moderar el consumo de alcohol: El consumo elevado de alcohol está relacionado con varios tipos de cáncer, como el de hígado, mama y colon. Limitar el consumo de alcohol o evitarlo por completo puede reducir el riesgo de padecer estos tipos de cáncer.

Adoptando hábitos saludables como éstos, puede reducir significativamente el riesgo de desarrollar cáncer. Es esencial introducir cambios en el estilo de vida como parte de la rutina diaria para obtener beneficios a largo plazo en la prevención del cáncer. Consulte a su médico para que le oriente y aconseje a la hora de realizar estos cambios.

Detección del cáncer

El cribado del cáncer desempeña un papel importante en su detección precoz y aumenta las posibilidades de éxito del tratamiento y la supervivencia. El cribado implica el uso de diversas pruebas para identificar la presencia de cáncer en personas que no presentan síntomas ni signos de la enfermedad.

Estas pruebas se recomiendan en función de la edad, el sexo, los antecedentes familiares y otros factores de riesgo. Las pruebas de detección del cáncer más comunes son la mamografía para el cáncer de mama, la colonoscopia para el cáncer colorrectal y la citología vaginal para el cáncer de cuello de útero.

Es importante señalar que, aunque el cribado puede ser beneficioso, no es un método infalible para detectar el cáncer. Pueden producirse falsos positivos que provoquen biopsias innecesarias y ansiedad, mientras que los falsos negativos pueden proporcionar una falsa sensación de seguridad.

Se recomienda que las personas consulten sus opciones de cribado del cáncer con su proveedor de atención sanitaria y con su médico tome decisiones con conocimiento de causa sobre cuándo y con qué frecuencia someterse a un cribado en función de sus factores de riesgo individuales.

Métodos avanzados para evaluar el riesgo de cáncer

La evaluación del riesgo es crucial para la detección precoz y la prevención del cáncer. Con los avances tecnológicos y científicos, se han desarrollado nuevos métodos para evaluar el riesgo de desarrollar cáncer.

Un método avanzado son las pruebas genéticas, que analizan el ADN de una persona en busca de mutaciones específicas que aumenten el riesgo de cáncer. Este método es especialmente útil para las personas con antecedentes familiares de cáncer, ya que puede identificar mutaciones genéticas heredadas que aumentan la probabilidad de desarrollar determinados tipos de cáncer.

Otro método avanzado es la tomografía computarizada (TC), que utiliza rayos X y tecnología informática para crear imágenes detalladas del interior del cuerpo. La tomografía computarizada puede utilizarse para detectar signos precoces de cáncer de pulmón en personas de alto riesgo, como los fumadores.

Además, las pruebas de biomarcadores se han convertido en una herramienta prometedora para evaluar el riesgo de cáncer. Los biomarcadores son indicadores biológicos mensurables que pueden utilizarse para identificar la presencia de cáncer en el organismo. Por ejemplo, el antígeno prostático específico (PSA) es un biomarcador que puede utilizarse para detectar el cáncer de próstata en los hombres.

Aunque estos métodos avanzados son muy prometedores para mejorar la evaluación del riesgo de cáncer, es importante saber que no son infalibles. Pueden dar falsos positivos o negativos, y siempre existe el riesgo de sobrediagnóstico y de pruebas invasivas innecesarias. Por lo tanto, es importante comentar los beneficios y los riesgos de los métodos avanzados de evaluación del riesgo de cáncer con un profesional sanitario.

Cómo afrontar un riesgo elevado de cáncer

Ser consciente de un alto riesgo de cáncer puede ser una experiencia difícil y aterradora. También puede resultar abrumador intentar averiguar qué hacer a continuación. Sin embargo, hay medidas que puede tomar para controlar su riesgo y mantener una actitud positiva.

Busque apoyo profesional

de lo más importante lo que puede hacer es buscar el apoyo de profesionales sanitarios. Esto incluye asesores genéticos, oncólogos y otros especialistas que pueden ayudarle a comprender sus factores de riesgo y crear un plan personalizado de prevención y detección. También es esencial contar con un sólido sistema de apoyo formado por familiares, amigos y profesionales sanitarios que le ayuden a lo largo del proceso.

Tome el control de su salud

Es fundamental que adopte un papel activo en su salud y en su estilo de vida. Esto incluye adoptar hábitos saludables como hacer ejercicio con regularidad, mantener una dieta sana y evitar comportamientos nocivos como fumar y consumir alcohol en exceso. Además, es importante que acuda a las revisiones periódicas y a las citas de seguimiento que le recomiende su médico.

Únase a una comunidad

Participar en una comunidad de personas que comparten experiencias similares puede ser beneficioso. Puede tratarse de un grupo de apoyo, un foro en línea o una red de defensores de la prevención y el tratamiento del cáncer. Relacionarse con otras personas puede ayudarle a sentirse menos aislado y motivarle a tomar medidas para reducir el riesgo de cáncer.

Manténgase positivo

Enfrentarse a un riesgo elevado de cáncer puede ser a veces un reto emocional. Sin embargo, es esencial mantener una actitud positiva y no dejar que el miedo le abrume. Centrarse en las cosas que puede controlar y tomar medidas proactivas para gestionar su riesgo puede ayudarle sentirse capacitado y optimista sobre su futuro.

Resumen
Pasos para afrontar un alto riesgo de cáncer
Busque apoyo profesional
Tome el control de su salud
Únete a una comunidad
Mantente positivo